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El término otoesclerosis deriva del griego esclero (duro) y oto (oído). Describe la condición de un anormal crecimiento en los pequeños huesos del oído medio que llevan a la fijación del estribo. El hueso del estribo se debe mover libremente para que el oído trabaje correctamente y se pueda escuchar en forma adecuada.
La audición es un proceso complejo. En un oído normal las vibraciones sonoras son conducidas por el oído externo hacia el canal auditivo donde golpean la membrana del tímpano. Estas vibraciones producen el movimiento de la membrana que lo transfiere a los tres pequeños huesos del oído medio, el martillo, el yunque y el estribo. Cuando el hueso del estribo se mueve pone en movimiento los líquidos en el oído interno que empieza el proceso de estimular el nervio auditivo. Este nervio lleva la energía sonora al cerebro resultando en la interpretación del sonido escuchado. Cuando cualquier parte de este proceso está comprometida la audición se ve dificultada.
Se estima que el diez por ciento de la población de adultos caucásicos está afectada de otoesclerosis. La enfermedad es menos común en asiáticos y rara en afroamericanos. Las mujeres de mediana edad son las de mayor riesgo.
El síntomas destacado de la otoesclerosis, lenta progresión de pérdida auditiva, puede comenzar en cualquier momento entre las edades de 15 y 45 años pero usualmente empieza a principios de los 20.
Esta enfermedad puede desarrollarse tanto en hombres como en mujeres, pero es particularmente problemática en mujeres embarazadas quienes, por razones desconocidas, tienen una rápida disminución de su capacidad auditiva.
Aproximadamente el 60 por ciento de los casos de otoesclerosis son de origen genético. En promedio una persona que tiene un padre con otoesclerosis tiene un 25 por ciento de chance de desarrollar esta alteración. Si los dos padres tienen otoesclerosis el riesgo aumenta hasta el 50 por ciento.
La pérdida gradual de la audición es el síntoma más frecuente de la otoesclerosis. Frecuentemente individuos con otoesclerosis empiezan a notar que no pueden oír sonidos de baja frecuencia o susurros. Otros síntomas de esta alteración pueden incluir mareos, alteraciones del equilibrio o sensación de zumbidos o ruidos en los oídos conocidos como acúfenos.
Debido a que muchos de los síntomas típicos de otoesclerosis pueden ser causados por otras patologías, es importante que sea examinado por un otorrinolaringólogo para eliminar otras posibles causas de estos síntomas. Luego de un examen de oído, el otorrinolaringólogo puede ordenar un examen de audición. Basado en los resultados de este examen el otorrinolaringólogo sugerirá las distintas opciones terapéuticas.
Si la pérdida auditiva es leve, el otorrinolaringólogo puede sugerir una observación continua y un audífono para amplificar el sonido que llega a la membrana del tímpano. El fluoruro de sodio retrasa la progresión de la enfermedad y puede ser prescripto. En la mayoría de los casos de otoesclerosis un procedimiento quirúrgico llamado estapedectomía es el método más efectivo para restaurar y mejorar la audición.
Una estapedectomía es un procedimiento quirúrgico ambulatorio que se hace bajo anestesia local o general a través del canal auditivo bajo microscopio (no se hacen incisiones externas). Incluye la remoción del estribo inmovilizado y se lo reemplaza por una prótesis. Esta prótesis permite que los huesos del oído medio recuperen el movimiento que estimula el líquido en el oído medio y mejora y restaura la audición.
Las estapedectomías modernas se vienen realizando desde 1956 con una tasa de éxitos del 90 por ciento. En algunos raros casos (alrededor de 1 por ciento) el procedimiento puede empeorar la audición.
La otoesclerosis afecta ambos oídos en ocho de cada diez pacientes. Para estos pacientes los oídos son operados uno a la vez. El de peor audición primero.
¿Que se debe esperar luego de una estapedectomía?
La mayoría de los pacientes vuelven a su casa al otro día de la cirugía y son avisados para que descanses tranquilos sobre el oído no operado. Se prescriben antibióticos por vía oral. Algunos pacientes experimentan mareos los primeros días luego de la cirugía. La sensación del gusto puede estar alterada por algunas semanas o meses después de la cirugía pero usualmente regresa a la normalidad.
Luego de la cirugía los pacientes deben evitar el sonarse fuerte la nariz, nadar u otras actividades que puedan llevar agua al oído operado. Actividades normales (incluido el viaje en avión) son generalmente retomadas dos semanas después de la cirugía.
Dado que el vendaje es colocado en el oído en el momento de la cirugía, la mejora auditiva no se notará hasta que este sea removido alrededor de una semana después. La membrana del tímpano curará rápidamente alcanzando el máximo nivel de mejora dentro de las dos semanas.